Ozzy Osbourne: Del último acorde a la eternidad

Ozzy Osbourne: del adiós en Villa Park al adiós definitivo
Parece increíble: hace apenas unos días os contaba con emoción los detalles de su concierto final y hoy, con el corazón encogido, debo comunicar una noticia devastadora. El 22 de julio de 2025, Ozzy Osbourne falleció a los 76 años, rodeado del cariño de su familia, según confirmó un comunicado oficial
Orígenes y ascenso al mito

John Michael “Ozzy” Osbourne nació el 3 de diciembre de 1948 en Marston Green, pero creció en el austero barrio obrero de Aston, Birmingham. Desde muy joven destacó por su dislexia y su temperamento rebelde, abandonó la escuela y se vio envuelto en delitos menores que culminaron con una breve encarcelación por robo. A pesar de esas dificultades, su pasión por la música lo llevó a fundar Black Sabbath en 1969 junto a Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, definiendo el sonido oscuro y eléctrico que inició el heavy metal
Con discos como Paranoid, Master of Reality y Sabbath Bloody Sabbath, la banda se convirtió en un fenómeno mundial, influenciando a innumerables bandas posteriores. Su presencia vocal, su teatralidad sobre el escenario y su actitud sin concesiones lo convirtieron en una leyenda viviente dentro del género
Carrera en solitario y legado cultural

Tras su salida de Black Sabbath en 1979, Ozzy lanzó Blizzard of Ozz en 1980, iniciando una etapa solista repleta de éxitos como Diary of a Madman y No More Tears. Durante esta etapa vendió más de 100 millones de discos entre su trabajo en banda y como solista. Su inclusión en el Rock and Roll Hall of Fame se dio dos veces: con Black Sabbath en 2006 y como solista en 2024, algo poco común y muy representativo de su impacto perdurable
En paralelo, su reality show The Osbournes (2002‑2005) lo convirtió en un icono de la cultura pop global. Su familia apareció ante millones de espectadores, revelando una íntima cotidianidad que mantuvo su relevancia incluso fuera del mundo musical
Enfermedad y años finales
Ozzy sufrió un grave accidente en 2019 en su hogar, que desestabilizó implantes de metal en su columna y derivó en múltiples cirugías espinales. Durante esa época le fue diagnosticada una forma genética de Parkinson, de la cual habló públicamente en enero de 2020, tras más de un año de recaídas y dolor crónico
A lo largo de los siguientes años se sometió a al menos cuatro grandes operaciones, incluyendo extirpación de un tumor vertebral, lo que le afectó seriamente la movilidad. Describió su condición con palabras duras: caminar era como llevar botas de plomo, despertando en medio de una rutina agotadora, con dolor constante y desesperanza emocional profunda
Zus tomaba diariamente múltiples medicamentos para el dolor, la depresión y la movilidad, y su esposa Sharon se convirtió en pilar fundamental, manteniéndolo alejado de sustancias peligrosas y apoyándolo en reuniones de Alcohólicos Anónimos
El concierto final “Back to the Beginning”

El 5 de julio de 2025, en Villa Park, Birmingham, Ozzy se reunió por última vez con Black Sabbath en un evento cargado de simbolismo. Enfrentado a sus limitaciones físicas, lideró el concierto sentado en un trono decorado con murciélagos, respaldado por colegas como Metallica, Guns N’ Roses y Slayer. Fue un homenaje musical y personal, con su familia en escena y un ambiente cargado de emoción y agradecimiento mutuo
Su última publicación en Instagram, dos días antes de morir, mostraba una foto del póster del concierto, sin texto, como un adiós silencioso pero poderoso a su carrera y vida pública
Vicios y excesos: los múltiples demonios de Ozzy
Desde los años setenta, Ozzy Osbourne vivió sumido en excesos que marcaron tanto su vida personal como profesional. Comenzó usando alcohol, cannabis, cocaína, LSD, Quaaludes, opioides y demás sustancias, a menudo combinadas entre sí. Llegó a describirse así: “booze, coke, heroin, acid and Quaaludes to glue, cough syrup, Rohypnol, Klonopin, Vicodin… on more than a few occasions I was on all of those at the same time”
Durante su etapa con Black Sabbath compartía estilo de vida con sus compañeros, pero él era considerado el que peor lo llevaba. Su consumo excesivo generó tensiones internas frecuentes y complicó giras completas que llegaron a ser canceladas por sus resacas o arrebatos violentos. En los años ochenta protagonizó escándalos como morder cabezas de animales vivos en directo y orinar en objetos públicos con otros músicos presentes, llegando incluso a enfrentarse a su esposa hasta estrangularla en un delirio de adicción, episodio tras el cual ingresó voluntariamente en rehabilitación
Durante el rodaje de The Osbournes, su consumo seguía presente: tanto él como su familia han reconocido que mantuvo hábitos de bebida. Sharon reveló que Ozzy nunca estuvo completamente sobrio durante la serie, y que asistió a Alcohólicos Anónimos repetidamente para mantenerse en línea tras años de recaídas
Reacciones y despedida colectiva
La noticia del fallecimiento de Ozzy Osbourne desencadenó una ola global de homenajes y tributos, tanto de sus colegas en la música como de millones de seguidores que crecieron escuchando su voz rasgada y poderosa. Black Sabbath, la banda que lo vio nacer artísticamente, publicó un emotivo mensaje en sus redes sociales acompañado de una imagen del último concierto: “Ozzy Forever”. Tony Iommi, su eterno compañero de riffs, escribió que había perdido a un hermano, no solo a un compañero de banda. Geezer Butler compartió una foto inédita de los primeros ensayos en Aston, recordando los días de juventud en los que todo era posible y lo único que importaba era la música.
Grandes figuras del rock, como Elton John, Rod Stewart y Brian May, dedicaron palabras de admiración a un artista que rompió moldes, redefinió géneros y nunca pidió permiso para ser quien era. James Hetfield, vocalista de Metallica, lo describió como “el faro que nos guiaba cuando no sabíamos qué camino tomar”. Desde otros mundos del entretenimiento, como el cine y la televisión, también llegaron muestras de cariño: Adam Sandler recordó su aparición conjunta en Little Nicky como “una de las experiencias más intensas y auténticas” que vivió en pantalla. Incluso instituciones deportivas como el Aston Villa, su equipo del alma, rindieron homenaje encendiendo las luces de su estadio en púrpura y negro, los colores de Black Sabbath.
Los fans organizaron vigilias espontáneas en distintas ciudades del mundo, desde Birmingham hasta Buenos Aires, de Los Ángeles a Tokio. En muchos bares y locales alternativos, las guitarras dejaron de sonar para dar paso a minutos de silencio, seguidos por las notas inconfundibles de “War Pigs” o “Crazy Train”. Algunos colocaron velas frente a tiendas de discos o murales con su imagen; otros, simplemente, levantaron una cerveza al cielo en su honor. La despedida fue coral, íntima y ruidosa: como debía ser.
Legado imperecedero

Ozzy Osbourne no fue solo un cantante: fue un símbolo. En él convivieron el genio y el caos, la oscuridad y la luz, el mito y el hombre. Convirtió sus defectos en parte de su narrativa, sin ocultar sus adicciones, sus caídas ni sus errores. Por eso su figura resultó tan humana como legendaria. Mientras otros cuidaban su imagen, él la destruía y la reconstruía constantemente, siempre al borde del abismo, pero sin dejar de mirar al público de frente.
Musicalmente, cambió la historia del rock dos veces: primero con Black Sabbath, donde ayudó a fundar el heavy metal como estilo, cultura y actitud; después en solitario, donde encontró una nueva voz, nuevos sonidos y nuevos públicos. Supo adaptarse a cada década sin renunciar a su esencia. Sus álbumes influyeron no solo a músicos de metal, sino también de punk, industrial, grunge, e incluso hip hop. Su legado se extiende más allá de los discos: está en los tatuajes de sus fans, en los riffs que se enseñan a los aprendices de guitarra, en las camisetas negras que siguen paseando por todas las ciudades del mundo.
Ozzy es eterno porque nunca fue solo un artista. Fue un estado de ánimo. Una declaración de principios. Un grito desde las entrañas que decía: “Aquí estoy, con todas mis cicatrices, y no me pienso callar”. Por eso, aunque su cuerpo se haya ido, su voz seguirá resonando en estadios, auriculares, altavoces y corazones. No hay silencio posible que apague su eco. El Príncipe de las Tinieblas no ha muerto. Solo ha vuelto a casa.
Ozzy Osbourne (RIP 1948 – 2025) OZZY OSBOURNE FULL SET at BTTB 7/5/25
Y si aún no habéis tenido la oportunidad de verlo, os invito a deteneros un momento y presenciar con vuestros propios ojos lo que fue su despedida definitiva sobre un escenario. El 5 de julio de 2025, en Villa Park, Ozzy Osbourne volvió a reunirse con los miembros originales de Black Sabbath para ofrecer una actuación histórica. A pesar de las secuelas físicas que lo obligaban a permanecer sentado, su voz seguía intacta, llena de alma, rabia y verdad. Fue más que un concierto: fue una ceremonia de despedida ante miles de personas que comprendían que estaban asistiendo a un momento irrepetible. Aquí tenéis el video completo de aquella noche mágica. Pocas veces el final de una carrera ha sido tan digno, tan poderoso… tan Ozzy