Square Enix conmemora los 25 años de Final Fantasy IX con un video especial


Square Enix celebra el 25 aniversario de Final Fantasy IX con un video y los fans empiezan a tirarse de los pelos. Si no se anuncia un remake en breve, algunos se van a poner nerviosos.
Un legado que cumple 25 años

El 7 de julio de 2000 fue más que una fecha de lanzamiento: se convirtió en un punto de referencia para toda una generación de jugadores. Final Fantasy IX apareció en las tiendas japonesas como la culminación de una era, el canto del cisne de la etapa más clásica de la franquicia. En una época en la que los RPG aún exploraban sus límites narrativos y visuales, este título se presentaba como un regreso deliberado a las raíces de la saga, antes de que el cambio de rumbo fuese definitivo.
Este aniversario, que marca un cuarto de siglo desde su llegada, no ha pasado desapercibido. Aunque la comunidad esperaba un anuncio bomba —ese remake tantas veces insinuado—, lo que Square Enix ofreció fue una celebración más centrada en la nostalgia: una nueva web conmemorativa, ilustraciones inéditas, merchandising exclusivo y un emotivo vídeo repasando momentos emblemáticos del juego. No es poca cosa, pero no era el anuncio que los fans más devotos ansiaban escuchar.
Celebración con sabor a poco

A lo largo del mes de julio, la compañía ha desplegado una variedad de acciones para rendir homenaje al juego: lanzamientos de vinilos con temas icónicos, figuras y peluches de personajes, colaboraciones con marcas de gafas, y hasta tiendas temporales en Tokio y Osaka. Además, se ha impulsado una convocatoria global de fan art y ofertas digitales del juego con importantes descuentos.
Todo esto viene a reforzar el valor cultural del título, que sigue siendo considerado por muchos —incluido su creador Hironobu Sakaguchi— como el más puro en espíritu dentro de toda la franquicia. Sin embargo, ninguna de estas iniciativas ha logrado calmar la expectación por el remake, largamente rumoreado desde al menos el 20º aniversario, y constantemente alimentado por supuestas filtraciones y teorías.
Una herencia difícil de replicar

Final Fantasy IX nació con la clara intención de cerrar un ciclo. En un momento en que la saga se encaminaba hacia terrenos más modernos y tecnológicamente ambiciosos, Hironobu Sakaguchi propuso una mirada al pasado, una especie de carta de amor a los orígenes de la franquicia. Este regreso a la fantasía medieval, con magos de sombrero puntiagudo, castillos voladores y caballeros de armadura oxidada, fue tan deliberado como arriesgado: no era simplemente una estética retro, sino una declaración de principios en un momento de plena transición para la industria.
Sakaguchi aceptó liderar el desarrollo del juego con una condición muy concreta: que Square le diera luz verde para embarcarse en su sueño cinematográfico, lo que acabaría materializándose en The Spirits Within. Así, Final Fantasy IX se desarrolló a caballo entre los estudios de Tokio y la sede experimental que el creador estableció en Hawái, un entorno que no solo sirvió como plataforma logística para el cine, sino también como un refugio creativo donde el equipo podía volcarse en esta despedida espiritual.
El juego abrazaba con orgullo muchos de los tropos más clásicos de la serie: cristales mágicos, reinos enfrentados, invocaciones ancestrales, un grupo heterogéneo de aventureros unidos por un destino común. Pero lejos de ser una simple repetición de fórmulas antiguas, Final Fantasy IX ofrecía una profundidad emocional poco habitual. Temas como la identidad, la muerte, el propósito vital o el miedo al olvido atravesaban su narrativa de principio a fin, especialmente encarnados en personajes como Vivi, que con su ternura y melancolía se convirtió en uno de los protagonistas más queridos de toda la saga.
También destacaba el tono del juego: más ligero y colorido en la superficie que sus predecesores directos —como Final Fantasy VII o VIII—, pero igual de reflexivo y maduro en su fondo. La historia de Zidane, que comienza como un ladrón mujeriego y termina como un héroe marcado por el sacrificio, es tan compleja como emocionalmente resonante. Y a su alrededor giran personajes tan entrañables como la princesa Garnet, el caballero Steiner o la misteriosa Quina, cada uno con su propio arco y dilemas existenciales.
El diseño artístico de Itahana, la música de Nobuo Uematsu y un guion que no rehuía el humor ni la tragedia, convirtieron al título en una obra única, que cerraba la etapa de la PlayStation original con una reverencia a los valores fundacionales de la franquicia. Por todo ello, Final Fantasy IX no solo representa un punto y aparte en la serie: es, para muchos, su momento más puro. Y eso lo convierte en una herencia extremadamente difícil de reproducir, incluso en tiempos donde los remakes están a la orden del día.
El elefante en la habitación: ¿y el remake?
Desde hace años, cualquier aniversario, evento o teaser relacionado con Final Fantasy IX se interpreta como la antesala de un inminente remake. Sin embargo, pese a los guiños y las expectativas, Square Enix no ha confirmado nada. A estas alturas, es el único gran título de la era dorada de la saga que no ha recibido un relanzamiento con verdadera ambición.
Esa tensión latente entre homenaje y silencio es la que provoca que la comunidad reaccione con tanto fervor ante cada pequeña novedad que no sea el ansiado anuncio. Y aunque la celebración del 25 aniversario ha sido rica en contenido, también ha dejado al aire una sensación de oportunidad perdida, un vacío que solo se llenará cuando el remake se convierta, al fin, en realidad.
Un homenaje que mantiene viva la llama
Si algo ha demostrado esta celebración es que Final Fantasy IX sigue más vivo que nunca en el corazón de sus fans. Con ventas que superan los 8,9 millones de copias y un legado artístico intacto, el juego se sostiene como uno de los pilares fundamentales de la saga. Square Enix ha optado por mantener encendida la llama de la nostalgia, sabiendo que su poder emocional sigue siendo enorme.
Ahora, solo queda esperar a ver si, más allá de los peluches, libros y vinilos, llega el momento en que se dé el paso definitivo. Porque si hay un juego que merece una nueva vida, ese es, sin duda, Final Fantasy IX.
Y aquí, como perlita final, el video que Square colgó con motivo del 25th Aniversario: